Guía Premium Mercurio Retrógrado
El Arte de Navegar Mercurio Retrógrado
El Arte de Navegar Mercurio Retrógrado
1. El principio hermético del retorno
En astrología, todo movimiento aparente encierra una enseñanza interior.
Mercurio retrógrado es la manifestación visible de un principio hermético: nada avanza sin regresar antes a su origen.
El planeta más veloz del sistema solar —mensajero de dioses y almas— frena su carrera tres o cuatro veces al año y, por unas semanas, parece retroceder.
Esa ilusión óptica es también un símbolo: el universo te pide revisar antes de continuar, mirar dentro de la palabra, de la mente y de las promesas que has pronunciado.
En la tradición hermética, Mercurio es el psicopompo, el guía de los límites.
Cruza de un mundo a otro sin perderse; une los opuestos, traduce lo invisible.
Cuando retrograda, abre un umbral interior: el pasaje donde el alma recoge lo que olvidó.
Cada retrogradación es, pues, una pequeña iniciación:
una llamada a purificar el pensamiento, a reconciliarte con tu verdad y a rescatar la coherencia entre lo que piensas, dices y haces.

