Lo que el cielo susurra esta semana: señales, giros y un nuevo comienzo interior

Del 28 de julio al 3 de agosto 2025

La energía de la semana: Cuando lo tierno se vuelve fuerza

No siempre hace falta ser valiente para avanzar. A veces, basta con dejarse tocar por lo que de verdad importa.

Esta semana, el cielo ofrece una extraña mezcla de suavidad y prueba: como si lo tierno se convirtiera, poco a poco, en una forma de resistencia íntima.

Venus entra en Cáncer y lo primero que pide no es amor, sino refugio. Y en ese gesto —el de volver a lo esencial, a los vínculos sinceros, a lo que nos cuida sin exigirnos— puede revelarse una nueva forma de estar presentes.

Durante los primeros días, la Luna crece entre Virgo y Libra. Hay un impulso ordenado, práctico, que invita a poner cada cosa en su sitio, a limpiar el terreno emocional y también físico, como si necesitáramos hacer espacio dentro y fuera. Algo en el cuerpo busca estructura, limpieza, aire. No se trata de controlar, sino de cuidar.

El martes y miércoles, con la Luna en Libra, puede surgir el deseo de equilibrio, pero también la tensión de querer quedar bien con todo el mundo. Observa si das más de lo que puedes sostener, si callas lo que ya pesa demasiado.

El jueves, con la entrada de Venus en Cáncer, el clima cambia. El deseo ya no busca conquista, sino cobijo. Hay una ternura profunda que quiere expresarse, pero también una sensibilidad que puede sentirse desprotegida si no se la cuida con tacto.

La Luna entra en Escorpio esa misma tarde, reforzando el tono emocional de profundidad y vulnerabilidad.

A partir de ahí, se abre un tramo más exigente: el viernes el encuentro especial de Mercurio con el Sol en Leo —una chispa de lucidez en medio del ruido mental— forman lo que la astrología llama un cazimi: un momento en que Mercurio entra en el corazón mismo del Sol. Es como si la mente quedara envuelta por la luz de la conciencia. Una ventana breve pero potente en la que lo que parecía confuso puede comprenderse desde otro lugar. Cuando el pensamiento se alinea con el alma, las palabras encuentran su centro.

Aunque también tenemos en cuenta las cuadraturas de Venus con Saturno y Neptuno; es como si el amor tocara una herida. Como si el anhelo de conexión tropezara con el miedo al rechazo, o con la decepción de esperar más de lo que alguien puede dar.

Sin embargo, no todo es pérdida. Esta conjunción Saturno-Neptuno que se insinúa en el fondo —aunque no sea exacta— habla también de una tensión fértil, de un sueño que solo puede sostenerse si se construye con paciencia. Quizá esta semana no encuentres todas las respuestas, pero sí puedas nombrar lo que duele. O mirar con honestidad lo que ya no sostiene tu manera de amar.

El domingo, con la Luna entrando en Sagitario, el clima se abre: hay más aire, más movimiento, más ganas de levantar la vista. Pero no para escapar, sino para recordar que incluso en medio del dolor, sigue habiendo horizonte. Y que a veces, cuando el mundo se estrecha, es porque la vida quiere enseñarte algo importante en lo pequeño.

Esta semana no pide grandes gestos. Pide presencia. Escucha. Un gesto amable. Una palabra dicha a tiempo. Un sí que se diga desde dentro.

Porque cuando lo tierno se vuelve fuerza, ya no hace falta imponerse para transformarlo todo.

✨ A continuación, vemos cómo esta energía se despliega para cada signo.

Cada signo vive esta semana de un modo distinto: lo que para unos se vuelve claridad, para otros es una pregunta nueva. Aquí podrás leer la guía emocional y simbólica personalizada según tu signo solar.

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Como estamos en la época de los Leo, empezamos con Leo.